Por Phronimos, Centro de Formación de Ética y Ciudadanía de la Universidad del Rosario para Éticapsicologica.org Septiembre de 2018
La ética de la virtud tiene sus raíces en los planteamientos aristotélicos y se enfoca en el carácter moral del agente; las decisiones, acciones e intenciones del sujeto evidencian un conjunto de cualidades o virtudes que le son propias. Desde la pregunta por la vida buena y la felicidad el autor explora la manera en que un individuo podría alcanzarlas, planteando como elemento clave lograrlo el desarrollo de la prudencia por parte de cada quién.
A continuación encontrará nuestro artículo completo de referencia
Por: Orlando Enrique Uribe, profesional en Filosofía de la Universidad del Rosario
La investigación con seres humanos es un componente necesario para el desarrollo de nuevas técnicas en las diferentes áreas de la salud. En psicología, los experimentos producidos sobre personas son aquellos que otorgan la evidencia necesaria para poder soportar científicamente cualquier técnica de intervención. Sin embargo, a pesar de esta necesidad, el riesgo de instrumentalizar a la persona –convirtiéndola en solo un medio para lograr el avance científico- hace que toda investigación deba tener claros sus procedimientos de control y planeación ética.
Por: Orlando Enrique Uribe, para Eticapsicologica.org
La ética transversal surge a manera de respuesta a la pregunta “¿Cómo educar en ética a los futuros profesionales?”, en la que se considera que la pedagogía de la ética no debe estar confinada en cursos aislados sino que debe tenerse en cuenta a través de toda la formación. De esta manera, la ética transversal no solamente es una herramienta para los profesores de ética, sino para cualquier maestro en las distintas asignaturas de los programas académicos de psicología.
Por Gerardo Hernandez
El secreto profesional se presenta ya que, para el cumplimiento correcto de su labor, un profesional necesita acceder a información personal e íntima de su usuario. El secreto profesional, de esta manera, es parte fundamental de la relación establecida entre el paciente y el tratante en las diferentes ciencias de la salud, siendo mencionado directamente en el juramento hipocrático:
Todo lo que vea y oiga en el ejercicio de mi profesión, y todo lo que supiere acerca de la vida de alguien, si es cosa que no debe ser divulgada, lo callaré y lo guardaré con secreto inviolable.
Por Leonardo Amaya y Gloria María Berrío-Acosta
Cuando además de la relación psicólogo consultante se establecen otros tipos de roles (asesor de inversiones, jefe-empleado, docente-alumno, profesional-amigo, profesional-padrino, etc.) se habla de relaciones duales, múltiples o confusas [1]. La Sociedad Americana de Psicología define este tipo de relaciones cuando (1) el psicólogo está en una relación profesional con una persona y al mismo tiempo está en otro rol con esa misma persona, (2) al mismo tiempo está en una relación con una persona cercanamente asociada o relacionada con la persona con la que mantiene una relación profesional, o (3) está comprometido a entrar en el futuro en otra relación con esa persona o la persona vinculada a la misma persona. No siempre es fácil mantener estas distancias, sin embargo, la sugerencia es que el psicólogo, si es razonable, procure evitar una relación múltiple (Estándar 3.05). Otros códigos contemplan y advierten sobre estas situaciones, como el código británico que lo presenta como una de las áreas a las que el profesional debe estar atento en la toma de decisiones (Cap. II, c; Estándar 4.2, i, donde cita aspectos específicos frecuentes), y advierte que este tipo de relación puede poner en juego la objetividad del profesional o interferir en la eficacia de sus funciones como terapeuta, poniendo en riesgo la beneficencia del paciente. Kitchener[2] establece tres pautas para identificar las relaciones que tienen una alta probabilidad de provocar o desencadenar daños: a) cuando hay incompatibilidad de expectativas en los roles asumidos, b) cuando las obligaciones relacionadas con los nuevos roles aumentan la posibilidad de pérdida de objetividad, y c) cuando el prestigio y las diferencias de poder entre el profesional y el cliente se difunden en los diferentes tipos de relación aquí establecidos. El cuidadoso y oportuno análisis de los posibles efectos adversos de este tipo de relación siempre debe ser una prioridad para el psicólogo. Se sugiere completar esta información consultando los 5 pasos del modelo de solución de dilemas éticos planteado por Gottlieb[3] que incluye el análisis de tres dimensiones: dimensión de poder, dimensión de duración de la relación y dimensión de claridad de terminación de cada rol.
Por: Orlando Enrique Uribe para Eticapsicologica.org
La masificación del uso de Internet y las diferentes plataformas disponibles a través de él ha traído consigo nuevos retos y oportunidades para la psicología. Al modificar las posibilidades de comunicación, el uso de la red da paso a nuevos tipos de relaciones entre todos los actores de la labor psicológica que han de ser atendidos. En el presente artículo se explorará la manera como los espacios digitales terminan por afectar las exigencias que se presentan a los psicólogos desde la ética y la deontología profesional a los psicólogos desde tres perspectivas centrales: los cambios en las necesidades por parte de los usuarios, los cuidados que ha de tener el psicólogo al momento de prestar sus servicios profesionales a través de Internet y las dificultades de llevar a cabo investigaciones en línea.
Hemos publicado desde ética psicológica un artículo de investigación que planteaa una reflexión sobre los aspectos éticos en la ciberpsicología y las implicaciones prácticas, a la luz de una perspectiva del cuidado que integra el principio del bienestar en un entorno virtual.
Por: Paulo Daniel Acero Rodríguez, Magistrado del Tribunal Nacional Deontológico y Bioético.
Los Procesos Deontológicos Disciplinarios son investigaciones mediante las cuales los Tribunales Deontológicos de Psicología resuelven las diferentes disputas relacionadas con violaciones tanto del Manual Deontológico y Bioético del Psicólogo como de las disposiciones éticas en la Ley 1090 de 2006. Tal y como lo señala aquella ley, los resultados de este proceso serán sanciones que operan independientemente de la acciones administrativas, laborales, civiles o penales a las que haya lugar. Acá se presentaran los principales elementos del proceso, sus etapas y las posibles consecuencias para el psicólogo que se vea envuelto en él.
Por Leonardo Amaya y Gloria María Berrío-Acosta
La doctrina del Doble Efecto, tiene una amplia tradición dentro de la moral medieval y que ha sido acogida en diversos modelos y sistemas legislativos, se utiliza cuando en una intervención en la que el agente se encuentra obligado a actuar y la solución viable presenta al mismo tiempo efectos positivos y también alguno contrario a la beneficencia.
Esta doctrina moral propone que la acción sería éticamente válida si se cumplen las siguientes condiciones:
La Doctrina del Doble efecto está incluida en el artículo 35 de la Ley 1164 de 2007 y es retomada en el Manual Deontológico y Bioético del Psicólogo en Colombia.
Por Leonardo Amaya y Gloria María Berrío-Acosta
La Doctrina del Mal Menor define como moralmente válida la elección de la opción que genera daño en un entorno en el cual no es posible garantizar la beneficencia y se está obligado a actuar. De este modo se reconoce la opción con mal menor como el mayor bien posible. Es importante que el profesional tenga muy claros sus argumentos al acogerse a esta doctrina de tal forma que, de ser necesario, pueda sustentar su actuación ante el escrutinio público.