Gracias a la recepción y aprendizajes de nuestra primera cohorte hemosdecidido abrir inscripciones para una segunda versión de nuestro diplomado. En este diplomado abordamos los principales aspectos que pueden influenciar la práctica cotidiana de la psicología con el fin de que el estudiante cuente con las herramientas para desempeñarse éticamente en la profesión. Además de esto, los estudiantes contarán con el seguimiento, guía y retroalimentación de docentes especializados en cada una de las áreas tratadas. La principal herramienta que se usará es el análisis de casos, dónde se contextualizarán en el ámbito de la práctica psicológica los problemas, dilemas y situaciones ética y moralmente relevantes a los que nos enfrentamos a diaro.
Este diplomado se ofrece gracias a un trabajo conjunto entre Ascofapsi, Colpsic y Phronimos, Centro de Formación de Ética y Ciudadanía la Universidad del Rosario.
Los procesos de acción y toma de decisión en asuntos éticos y morales tienen componentes tanto cognitivos como emocionales, esto puede apreciarse tanto en los procesos de resolución de dilemas éticos y morales, en las etapas del desarrollo moral, la teoría de los sentimientos morales, así como al momento de presentar argumentos deontológicos, consecuencialistas o desde el cuidado en teoría ética. De esta manera, el cerebro juega un papel central en estos procesos por lo que su estudio brinda información clave sobre los hechos empíricos que acompañan los comportamientos morales. Las neurociencias, al estudiar la función del sistema nervioso y su relación con la conducta observable (Ibáñez, Ceric, López, & Aldunate, 2008) son precisamente esta fuente de información. En el presente artículo se hace un recorrido sobre los principales hallazgos y retos en el campo, para ello el trabajo de Joshua Greene y sus colegas será de suma importancia, por ser uno de los más representativos en neurociencia cognitiva que ha tratado la moralidad.
Los invitamos a acompañarnos en la premiere de esta conversación dónde se explorarán los retos éticos propios de la psicología organizacional. Los participantes de este diálgoo estarán atentos a responder sus dudas en el chat durante el transcurso del video.
Desde las perspectivas cognitivas dominantes en la psicología moral, las emociones morales se han definido como emociones auto evaluativas u orientadas a otros, en respuesta a situaciones con saliencia moral en cuanto presuponen una evaluación de acciones propias en relación con las consecuencias sobre otros o una apreciación del estado emocional de otro (singular o plural), es decir que son resultado de juicios y apreciaciones de dichas situaciones.
Las emociones morales han sido tema de interés no solo en la psicología moral como interdisciplina, sino en las disciplinas como la filosofía, la sociología, la economía, la neurociencia. Resulta pertinente, por ejemplo, referenciar el libro de Martha Nussbaum, Emociones políticas (Nussbaum, 2013), porque ha sido un referente importante en la comprensión de la relación de las emociones públicas con actitudes políticas implicadas en la justicia social y por tanto señala la importancia de emociones como el amor y la compasión para mantener una ciudadanía centrada en el bienestar e interés común, así como la necesidad de entender procesos sociopolíticos necesarios para esa justicia social.
En términos generales, culpa y vergüenza son emociones que están relacionadas con la evaluación negativa de la conducta, proveniente de sí mismos o de los demás. Expresan la transgresión de una norma que se encuentra presente en sí y/o en la cultura, incumpliendo las normas que expresan estándares de conducta buenos, correctos, apropiados o deseables (Lewis, 1974). La psicología y la antropología culturales han desarrollado un trabajo particularmente importante movido por la complejidad de las relaciones de estas emociones con las creencias, culturas locales, los modelos religiosos e incluso, el impacto en la salud mental y su relevancia con la psicoterapia.
La empatía es un componente del funcionamiento psicológico necesario para ser moral, básicamente, porque es un estado en el cual se aprehende la emoción que se imagina en el otro, sin necesariamente estar en dicho estado emocional, y expresa la preocupación por el otro en situaciones de problema (Podolsky, 2005). Este acuerdo sobre la noción de la empatía puede encontrarse en diversas áreas como la psicología del desarrollo, la psicología cultural y la filosofía moral.
Si bien la literatura sobre el concepto es abundante, a continuación se presentarán algunos autores clave que ejemplifican la diversidad de abordajes que pueden tenerse al momento de abordar la temática con miras a otorgar un panorama inicial sobre el tema.
Los orígenes de la psicología moral se encuentran ubicados en los diversos estudios y las primeras teorías propuestas sobre el desarrollo moral. Esta investigación surge con el objetivo de explicar el origen y la evolución del sujeto capaz de acciones morales. Las principales características observadas en esta descripción inicial es que es una persona orientada por un razonamiento moral universalista, capaz de elaborar juicios abstractos y construir criterios de moralidad racionales (principios y normas), mediante un proceso de descentramiento, que supone el ejercicio autónomo de una conciencia moral propia, que se logra por etapas, a través de un proceso secuencial y ordenado que, solo parcialmente, puede explicarse por la experiencia particular de cada individuo. En general, las teorías cognitivas explican la conducta moral en términos de los mecanismos o procesos internos, sin desconocer la influencia de factores contextuales, pero con primacía de las características individuales en sus modelos.
De esta manera, el primer debate que reconstruiremos serán precisamente estas múltiples formas de entender el desarrollo moral de los sujetos, partiendo de las etapas del desarrollo moral propuestas por Kohlberg y continuando con las críticas que se presentan desde el feminismo de Gilligan y alternativas como las presentes en Turiel y los enfoques cognitivistas. En un segundo momento se expondrán las interpretaciones y teorías del sujeto moral de acuerdo con sus relaciones sociales y culturales.
Gracias a la recepción y aprendizajes de nuestra primera cohorte hemosdecidido abrir inscripciones para una segunda versión de nuestro diplomado. En este diplomado abordamos los principales aspectos que pueden influenciar la práctica cotidiana de la psicología con el fin de que el estudiante cuente con las herramientas para desempeñarse éticamente en la profesión. Además de esto, los estudiantes contarán con el seguimiento, guía y retroalimentación de docentes especializados en cada una de las áreas tratadas. La principal herramienta que se usará es el análisis de casos, dónde se contextualizarán en el ámbito de la práctica psicológica los problemas, dilemas y situaciones ética y moralmente relevantes a los que nos enfrentamos a diaro.
Este diplomado se ofrece gracias a un trabajo conjunto entre Ascofapsi, Colpsic y Phronimos, Centro de Formación de Ética y Ciudadanía la Universidad del Rosario.
Por Phronimos - Centro de formación en ética y ciudadanía
Universidad del Rosario
El personalismo, al menos desde el punto de vista filosófico, descansa en la idea según la cual, el ser humano debe ser el punto de partida de toda reflexión y práctica que se realice en el terreno de la ética (Williams, 2018). Esta afirmación, sin embargo, no parece ser del todo clara, ya que no resulta sencillo intuir algún proyecto ético o político que no ponga en el centro de la discusión el interrogante de su relación con el ser humano. En ese sentido, es probable que una buena manera de entender el papel que juega el concepto de persona al interior del personalismo, se de a través de su comparación con otro tipo de aproximaciones o ideologías que omiten el uso del concepto de persona y, desde ese lugar, privilegian análisis de naturaleza ética desde perspectivas macro-estructurales. Un ejemplo de este último enfoque son aquellos ejercicios que registran la realidad ética desde arriba, como sucede con las metodologías que piensan la enseñanza de la ética desde el punto de vista del adoctrinamiento.